Vintec, las cavas favoritas de los conocedores
El hábito para beber vino ha cambiado a través del tiempo y últimamente su consumo ha aumentado en la población mundial. Este fenómeno se debe a que nada supera el placer y la satisfacción de beber un excelente vino con cuerpo, pero también se le puede atribuir al hecho de que las comunicaciones acortan las distancias y esto ha favorecido a que la cultura del vino se difunda en todo el orbe a partir de un estilo de vida en boga.
Y por esta pasión que tienen los amantes del vino es que nace Vintec, con la finalidad de cumplir los estándares más exigentes en su conservación, especializándose en recrear las condiciones perfectas de almacenamiento qué solo se pueden encontrar en las mejores bodegas subterráneas naturales y que hoy gracias a ese compromiso, Vintec puede garantizar un perfecto almacenamiento, permitiendo que los vinos maduren a la perfección y protegiendo a las botellas de vibraciones, manteniendo una temperatura estable para la conservación y maduración de los vinos de forma natural a través de su función auto regulable de circulación de aire.
Cada vino es único e incomparable, incluso con otra cosecha de la misma etiqueta, pues no hay un año igual al otro en lo que se refiere al cultivo de la vid, ya que ello implica entablar una batalla con la naturaleza ya que las uvas son muy susceptibles a los cambios climáticos.
Así es que existen botellas que merecen ser atesoradas por el precioso líquido que contienen y estas requieren de un lugar especial para ser guardadas. La cava es un referente de estilo en la actualidad ya que el atesorar etiquetas de diferentes latitudes, se ha convertido en una constante en las casas contemporáneas.
La cava es un lugar íntimo para su dueño quién al guardar sus vinos en ellas con paciencia, gusto y pasión, refleja su estilo de vida. Una cava no se define por el espacio o su contenido, sino por la personalidad y predilección de quien la ha construido, la selección de etiquetas paso a paso. Cada vino, con su propio tiempo de reposo, espera para liberar sus exquisitas virtudes en sabor y riqueza aromática. Guardar un vino en la paz de una cava es extender la garantía de calidad de que, al momento de descorcharse, se podrá disfrutar en perfecto estado.
Son los vinos los que le dan su razón de ser a la cava, aunque hoy en día, ha cobrado una relevancia importante el diseño y tecnología que poseen los equipos de almacenamiento de vinos.
Las cavas se han sumado al punto de reunión en el área social de la casa e incluso, son parte fundamental del interiorismo gracias a la vista que ofrecen por su diseño, sobre todo en los modelos que almacenan más de 200 botellas, habla del savoir faire del poseedor de la cava.
La gran riqueza cromática que encierran las cavas crea un verdadero espectáculo visual. Dentro de una cava se pueden apreciar pálidos verdes y dorados que se alternan con colores bronces, cobrizos, granates, púrpuras, bermellón, cerezas, azulados, todo un escenario poli cromático que invita a compartir la degustación, la conversación y la integración a maridajes al comparar las placenteras sensaciones que produce el vino entre los convidados.
Por ello, es imprescindible que la cava ofrezca las condiciones óptimas que permitan la maduración de los vinos. Vintec ofrece el más alto nivel en tecnología en sistemas de almacenamiento de vinos, ofreciendo un nivel de humedad superior al 50%. A su vez, conserva los niveles de hidrometría que preserva el corcho de cada botella y evita que se oxiden los vinos durante la etapa de almacenamiento en ella. El sistema de calidad del flujo de aire evita que penetren olores en la botella y protege a los corchos y etiquetas del moho además de que protege al vino de los rayos UV.
Vintec se encuentra de forma exclusiva en El Palacio de Hierro y Casa Palacio. Adicionalmente a todos los beneficios que las cavas Vintec ofrecen a los vinos, se puede acceder a una experiencia enológica al igual a la que disfrutan los conocedores de vinos en otras partes del mundo al pertenecer al selecto grupo de Vintec Club.