Quédate donde crezcas: el poder del upskilling para transformar tu carrera

En toda oficina existe esa persona que parece tener un imán para las oportunidades: recibe los proyectos estratégicos, es la referencia cuando alguien necesita apoyo y su nombre siempre aparece cuando surge una vacante atractiva. Aunque a veces atribuimos su éxito a la suerte, la realidad es más simple —y más inspiradora—: esa persona aprendió a potenciar lo que ya sabe hacer. Eso es upskilling. Y si tú también quieres convertirte en ese talento que todos quieren en su equipo, no necesitas otro título ni esperar a que alguien te descubra. Necesitas invertir en ti con intención, enfoque y estrategia.

El upskilling consiste en fortalecer las habilidades que ya posees y llevarlas al siguiente nivel. No se trata de reinventar tu perfil —eso sería reskilling— sino de profundizar en lo que ya haces bien. Si eres organizado, explorar metodologías ágiles puede ayudarte a liderar proyectos con mayor impacto. Si te comunicas con claridad, puedes desarrollar técnicas de storytelling o persuasión. Si los números son tu lenguaje, perfeccionar tu análisis de datos o tu manera de presentarlos te abrirá nuevas puertas. En un entorno laboral que se transforma cada día, mantenerte estático es la decisión menos segura: crecer es el nuevo requisito para permanecer.

De acuerdo con Ana Estrada, Directora de Brújula Interior y especialista en relaciones laborales, destacar en una organización es un ejercicio de responsabilidad personal. Con base en herramientas de neurociencia, estos pasos pueden ayudarte a iniciar tu camino de upskilling:

1. Haz un inventario de tus fortalezas. Identifica tus talentos naturales: aquello que disfrutas, que haces con fluidez y por lo que otros te buscan. No confundas habilidad por repetición con talento auténtico; lo que te entusiasma es tu mejor materia prima.

2. Elige una competencia y define cómo mejorarla. El enfoque lo es todo. Selecciona una sola habilidad valiosa para tu organización y decide el método que más te motive: cursos, mentorías, libros, talleres o incluso videos especializados.

3. Practica lo que aprendes. Evita acumular teoría. Cada conocimiento nuevo debe convertirse en acción. Si descubres una técnica para resolver problemas, aplícala en el próximo reto que enfrente tu equipo.

4. Busca retroalimentación estratégica. Comparte tus avances con tu líder o con alguien que influya en tu crecimiento profesional. Pide observaciones concretas que te permitan ajustar, evolucionar y hacer visible tu progreso.

5. Convierte el upskilling en un hábito. Incluye una acción mensual para fortalecer tus habilidades: leer un artículo, ver una conferencia o tomar una microclase. Pequeños impulsos constantes generan mejoras profundas y sostenidas.

Si eres líder, impulsar el upskilling en tu equipo es una de las inversiones más inteligentes. Cuando las personas crecen, se quedan. Y cuando se quedan, la productividad aumenta, la rotación disminuye y tu reputación como líder o empresario se fortalece. No necesitas esperar al programa perfecto: basta con comenzar hoy, identificar las competencias clave y crear oportunidades de desarrollo alineadas con tu estrategia.

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