
Maizz Visual ilumina el Zócalo: arte digital y memoria histórica en “Memoria Luminosa”
El Zócalo capitalino se transformó nuevamente en un escenario de luz, arte y memoria colectiva gracias a la tercera edición de “Memoria Luminosa: México-Tenochtitlán, 700 años”, un espectáculo monumental de videomapping creado por el estudio Maizz Visual, que convirtió las fachadas del Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana en un lienzo de más de 8,000 metros cuadrados.
Con 17 proyectores de alta gama sincronizados en tiempo real y una potencia visual de 670,000 lúmenes, la experiencia es considerada una de las más ambiciosas en su tipo en América Latina. No solo por su escala técnica, sino por su apuesta narrativa: contar la historia de México a través de seis capítulos —Fundación, Época Colonial, Independencia, Revolución, Siglo XX y México Contemporáneo— con animaciones 2D y 3D, música original y un ritmo que roza lo cinematográfico.
El resultado es una pieza de una hora de duración que se desarrolló en apenas cuatro meses y que pone la tecnología al servicio de la historia nacional. “Esta es una de las experiencias de videomapping más grandes que se han realizado, comparable con lo que se ha visto en la Ópera de Sídney o el Burj Khalifa. Pero aquí lo importante no es el espectáculo por sí mismo, sino el mensaje: una historia compartida, contada en el espacio público”, señala el equipo creativo de Maizz Visual.


Tecnología al servicio de la comunidad
Fundado en la Ciudad de México, Maizz Visual es un colectivo interdisciplinario que ha colaborado con marcas globales como Netflix, Spotify y Cinemex, y recientemente participó en una producción dirigida por John Woo en Hollywood. Sin embargo, su sello distintivo está en sacar el arte digital de las galerías y convertirlo en experiencias colectivas, accesibles y transformadoras.
“En un mundo donde el arte digital suele consumirse en la intimidad de una pantalla, ‘Memoria Luminosa’ propone un ritual colectivo: salir a las calles, mirar en comunidad, y reconectar con nuestra historia en los mismos lugares donde ocurrió”, explican los organizadores.


Un espectáculo con carga simbólica
La obra no solo representa un logro técnico, sino también un gesto cultural y simbólico. Al proyectar siglos de historia sobre los edificios más representativos del país, el espectáculo convierte al Zócalo en una plaza viva, donde el pasado se encuentra con el presente a través de luz, sonido y emoción.
Para quienes lo han presenciado, “Memoria Luminosa” no es solo una proyección: es una experiencia inmersiva que invita a reflexionar sobre el país que fuimos, el que somos y el que queremos ser. Y en medio del bullicio urbano, logra lo que pocas obras contemporáneas: detenernos, mirar hacia arriba y, por un instante, volver a sentirnos parte de algo más grande.