En el corazón del Caribe mexicano, Cozumel enfrenta un momento crítico en su historia como destino turístico líder. Representantes de organismos empresariales, asociaciones civiles y sindicatos han manifestado una profunda preocupación por los recientes aumentos fiscales propuestos por diversos niveles de gobierno. Estos ajustes, que afectan directamente al sector turístico, ponen en riesgo la competitividad de la isla y el bienestar de sus habitantes.
Un panorama fiscal alarmante
Entre las medidas más controvertidas se encuentra el cobro del Derecho de Visitante sin Permiso para Actividades Remuneradas (DNR) a pasajeros de cruceros, quienes previamente estaban exentos. Esta nueva política podría triplicar el costo de los puertos turísticos mexicanos en comparación con otros destinos del Caribe, encareciendo significativamente las tarifas y desincentivando la llegada de cruceros.
Cozumel, reconocido como el puerto con mayor número de arribos a nivel mundial, registró una derrama económica de 341 millones de dólares en 2023 gracias a esta industria. Sin embargo, se estima que, de implementarse este cobro, México podría perder hasta mil millones de dólares en inversiones relacionadas con cruceros.
Preservación natural en jaque
Otro punto de tensión es el aumento del 100% en las cuotas por uso de Áreas Naturales Protegidas (ANP), como el Parque Nacional Arrecifes de Cozumel (PNAC), una joya natural que atrae a miles de turistas cada año. Si bien estas cuotas buscan financiar la conservación ambiental, empresarios y ciudadanos destacan que los recursos recaudados no regresan proporcionalmente para acciones efectivas de cuidado y vigilancia de los arrecifes, los cuales ya muestran signos de deterioro según el informe de Healthy Reefs.
Impacto local del aumento del Derecho de Saneamiento Ambiental
A nivel municipal, el incremento del Derecho de Saneamiento Ambiental (DSA) de un 30% al 70% de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) podría encarecer significativamente los costos de hospedaje y transporte hacia la isla. Aunque este impuesto se traslada al consumidor final, la percepción de un aumento en los precios puede reducir el atractivo del destino frente a competidores internacionales.
Un llamado al diálogo y la sostenibilidad
Ante este panorama, los líderes del sector turístico de Cozumel hacen un llamado a las autoridades para revisar y ajustar estas medidas fiscales. Proponen soluciones como escalonar los cobros, proporcionalidad en las tarifas y el retorno de recursos al municipio, con el objetivo de garantizar que el turismo siga siendo un motor económico sin comprometer el bienestar de las familias que dependen de esta industria.
Cozumel enfrenta retos significativos, desde la disminución de rutas aéreas hasta los efectos de una economía global incierta. Sin embargo, su riqueza natural y cultural sigue siendo su mayor fortaleza. Ahora, más que nunca, se necesita una estrategia integral que equilibre la conservación ambiental, la competitividad turística y el desarrollo sostenible de la comunidad.
Esta situación invita a reflexionar sobre el futuro de los destinos turísticos en México y el rol que juegan las políticas públicas en su preservación y crecimiento. Cozumel, una vez más, se convierte en un ejemplo del delicado equilibrio entre progreso y sostenibilidad.