Despedir el año con magia y sabor: la guía definitiva para celebrar en Punta Mita
Cuando el calendario se acerca a su fin, Punta Mita se transforma en un rincón privilegiado del Pacífico donde las tradiciones, la gastronomía y la naturaleza se entrelazan para crear una temporada de fiestas inolvidable. Desde Acción de Gracias hasta la esperada noche de Año Nuevo, este exclusivo destino mexicano despliega una agenda vibrante que celebra el encuentro entre amigos, familias y la belleza del entorno.
Las festividades arrancan el 27 de noviembre con las tradicionales cenas de Acción de Gracias en Pacífico Beach Club y El Surf Club. Los menús especiales —con pavo rostizado, ensaladas frescas y postres de temporada— invitan a compartir momentos entrañables frente al mar. A lo largo de esos días, el ambiente se enriquece con noches de karaoke, ritmos latinos, cine bajo las estrellas y la emotiva liberación de tortugas, una experiencia que refuerza el lazo entre los visitantes y la vida silvestre local.


La magia continúa en diciembre con la llegada de Santa Claus y un brunch navideño diseñado para todas las edades. Mientras los más pequeños se sumergen en la ilusión de la temporada, los adultos disfrutan una propuesta culinaria de inspiración local, que resalta los sabores de la región.
Para cerrar el año con broche de oro, Punta Mita ofrece dos experiencias imperdibles. La primera, una cena especial frente al mar en Pacífico Beach Club, donde delicias como ravioli de langosta, carpaccio de res y rib eye maridado con vino Nebbiolo prometen una noche llena de sabor y sofisticación. La segunda, la ya icónica fiesta White Nights en Kupuri Beach Club, que mezcla estaciones gourmet, música en vivo y una atmósfera vibrante que se extiende hasta la madrugada junto a las olas.


Más allá del lujo y la espectacularidad de cada evento, lo que distingue a Punta Mita es su capacidad para reunir a seres queridos en un entorno natural privilegiado. Aquí, cada celebración se convierte en una tradición viviente, tejida con los hilos de la música, el mar y el calor humano.
Punta Mita no solo despide el año; lo celebra, lo agradece y lo transforma en un recuerdo imborrable.
