En México, en el 2021, se reportaba que existían 542 mil casos de niños viviendo con diabetes tipo 1, y que casi 78 mil la desarrollaban cada año. Para 2023, de estar en el número 12, ya habíamos pasado al primer lugar de casos de diabetes tipo 2, (que es resultado del sobrepeso y es reversible), por lo que no es de extrañar que los casos infantiles hayan aumentado exponencialmente y que se requiera de información y protocolos de salud para diagnosticar a tiempo dicho padecimiento.
La razón es que, la enfermedad es silenciosa y sólo da síntomas cuando ya está avanzada. La diabetes tipo 1 es difícil de diagnosticar porque lo último que se llega a pensar es que nuestro hijo la pueda padecer. “Si los ves cansados o con mucha sed, justificas: que si la escuela, que si el calor. No piensas en sacarle análisis clínicos”, comenta Dore Ferriz, comunicadora, chef internacional y defensora de la salud y el bienestar. “Con mi hija nos pasó. Hubo un momento en que se quedó dormida desayunando y ahí fue cuando decidí hacerle una química sanguínea y, ¡oh, sorpresa! cuando salieron los resultados: ya tenía 500 de glucosa en sangre”, continúa.
La diabetes puede ser de cuatro tipos:
Tipo 1. Se refiere a la que es autoinmune, es decir, que el sistema inmunológico rechaza la célula beta que se encuentra en el páncreas e impide la autorregulación de la glucosa.
Tipo 2. Hace tiempo se decía que sólo a los mayores de 40 años, pero desde los 90, la enfermedad comenzó a desarrollarse en personas de 20 a 40 años e incluso en los niños. En México se ha reportado que la cuarta parte de los niños, tiene diabetes tipo 2.
Gestacional. Puede provocarse por los cambios hormonales por los que atraviesan las mujeres embarazadas. También se ha incrementado por el aumento de obesidad y sobrepeso.
Resistencia a la insulina. La cual apenas está siendo descrita por la ciencia. Lo que se sabe es que, en ésta el cerebro no puede utilizar la insulina, provocando que las células cerebrales no obtengan suficiente energía. Este tipo de diabetes, puede ser desencadenada por el uso de algunos medicamentos, por ejemplo, los que se dan en las quimioterapias, ya que los esteroides que contienen provocan resistencia a la insulina, o por la inflamación del propio páncreas.
“Uno nunca está preparado para recibir un diagnóstico así y menos a una edad tan temprana. Fue un momento que nos cambió la vida. Tuvimos que aprender muchísimas cosas para poder regalarle a mi hija una calidad de vida. Que pudiera estar en su casa sin tentaciones y que pudiera comer recetas más sanas de las que ya hacía. Hoy sí te puedo decir que mi hija en la casa se mueve como pez en el agua con los carbohidratos”, declara Dore. “El problema es cuando sale a un restaurante o con sus amigas, porque hay mucha desinformación.“
Es por esto que, Dore, al descubrir lo que ocurría con su hija, se ha dedicado a difundir y dar a conocer qué es vivir con diabetes y cómo se pueden tener excelentes expectativas de vida, brindando información, apoyo y, por supuesto, motivación a quien está atravesando por este trance. “Es por eso que quiero alzar la voz. Para hacerle la vida más sencilla a los pacientes con diabetes que, de por sí, no la tienen fácil.”
Es importante reconocer algunas señales que pudieran alertar sobre la diabetes, estas pueden ser:
- Sed extrema: La acumulación de azúcar en el torrente sanguíneo extrae líquido de los tejidos, lo que lleva a una sed inusual.
- Micción frecuente: Consecuencia de la sed extrema; los riñones responden al exceso de glucosa, intentando excretarla a través de la orina.
- Hambre extrema: A pesar de comer, la incapacidad para transportar la glucosa a las células puede causar hambre constante.
- Pérdida de peso inesperada: La pérdida de azúcar a través de la orina y la quema de músculo y grasa para obtener energía, pueden resultar en pérdida de peso.
- Fatiga: La falta de azúcar en las células de tu cuerpo te puede hacer sentir cansado y fatigado.
- Irritabilidad y otros cambios de humor: Las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre pueden afectar el estado de ánimo.
- Visión borrosa: Los altos niveles de glucosa pueden afectar la capacidad de enfocar de los ojos.
- Cicatrización lenta de heridas y frecuencia de infecciones: Los altos niveles de azúcar en sangre pueden afectar la capacidad del cuerpo para curarse y resistir infecciones.
Si se presentan estos síntomas, habrá que consultar a un médico que pueda interpretar y canalizarnos para llevar a cabo el tratamiento o que nos brinde indicaciones al respecto. La diabetes infantil es algo serio y se busca con ello controlarla si es que hace su aparición.
“Somos muy afortunados en poder brindarle a mi hija todo lo que necesita para estar bien. Pero la realidad del común de la gente es muy difícil. México todavía no cuenta con las mejores herramientas. Les falta abrirle la puerta a CGM (medidores de glucosa continua más asertiva), bombas inalámbricas y más medicinas. Estamos en pañales y de verdad un monitor de glucosa que realmente mida bien es bien importante”, comenta la también conferencista.
Es posible vivir con diabetes y vivir bien. “No tiene que ser una sentencia de muerte. El alimentarnos adecuadamente, hacer ejercicio regular y eliminar alimentos superprocesados debería formar parte de nuestro estilo de vida, así que, es momento de tomar al toro por los cuernos, y cuidarnos”, agrega Dore. “Hoy la gente que tiene diabetes puede tener mejor calidad de vida que cualquier mortal en la faz de la tierra”.
Dore Ferriz da conferencias sobre este tema y cómo superar los obstáculos que la vida nos presenta, si estás interesado en una charla contáctanos al correo carlos.valadez@soundlouder.com.mx
No te pierdas a Dore Ferriz en su programa en Central Life en YouTube de lunes a jueves a las 9am, o síguela e Instagram: @doreferrizh